mércores, 1 de xuño de 2011

DONA MARIA MANSO CID, EN XENTE DE AQUI, DE ALA E DE ACOLA.

Programa de entrevistas, en clave persoal, que emitirá BERTV-CANAL 31 a Televisión Local de Bergantiños. Dirixido e presentado por Xosé María Arán. Emitese o venres ás 21 horas e reponse o sábado e lún ás 12:00 e ás 16´30.
Emisión: 03-06-2011
Dona María Manso Cid.


Cardeita- Ourense.31-12-1947
Fue la primera mujer en Galicia, y probablemente de las pioneras en España, que dirigió una oficina agraria. En la de Carballo lleva 36 años.
María Manso encontró su auténtico rincón carballés cuando llegó al municipio, un 10 de septiembre de 1974: su primera casa estaba situada encima del bar Rincón, en la calle Vitoria. Aquel fue su encuentro con Carballo, «algo provisional», evoca con humor. Esa temporalidad va camino ya de las cuatro décadas, con toda una vida personal y laboral labrada -nunca mejor dicho- en la capital de Bergantiños.

Y vinculada muy directamente con la plaza de la iglesia, la situada en su parte posterior. Justamente cuando llegó llevaba poco tiempo construida. En un edificio lateral estaba, y aún está, la oficina comarcal a la que fue destinada, y justo encima se compró un piso para vivir. En esa plazoleta vio a sus hijas crecer y jugar, y por ella sigue pasando cada día, cuando acude al trabajo. Así que no hay duda alguna de sus estrechas vinculación a este rincón que, como es lógico, elige para la imagen.

María es de Ourense. Del lugar de Cardeita, en la parroquia de San Estevo, una de las tres del Concello de Sandiás, en plena comarca de Limia, a la que tantos identifican con la patata, como ocurre en Bergantiños. Ese es un nexo, pero en realidad se trata de zonas muy distintas: «Se aquí chove, alí non. Se alí fai frío, aquí calor, e se fai vento, pois ao revés. Alí as estacións están máis marcadas». Cambia el clima, el paisaje y también la gente. «Si, é distinta, unha zona é interior e outra é costa». Más aún, con los años que lleva aquí, también aprecia los diversos matices entre los vecinos de Bergantiños. Solo tiene buenas palabras para los vecinos: «A xente é marabillosa, nunca tiven un problema con ninguén. A xente do campo é moi respectuosa». Y gente del campo ha conocido a mucha. Cree que pocos núcleos le pueden quedar sin ver en toda la comarca, y en muchos casos ha tratado con tres generaciones de la misma familia.

María llegó a Carballo procedente de un hermoso pueblo de Ávila, adonde había llegado como segundo destino tras Vegadeo, tras acceder al Ministerio de Agricultura por oposición. Pidió el traslado a Galicia, puso primero Ourense y después Carballo, y obtuvo el segundo.

La primera oficina agraria estaba en la calle Valle Inclán, y a los dos años estrenaron la que aún sigue funcionando en la zona de la iglesia. En el 87 accedió a la dirección: fue la primera mujer en Galicia en ocupar un cargo que tradicionalmente se reservaba a los hombres, y lo mismo ocurría en el resto del país.

Diferente
El Carballo que conoció al llegar «era moi diferente». Le pareció un pueblo grande. Ya entonces tenía 20.000 habitantes, aunque en la capital municipal no llegaba aún a la mitad. Le gente le dispensó un trato «moi cercano». Indica que le sorprendió mucho que, en las tiendas, le dejaban llevarse algo sin pagar. «Dicíanme: 'Lévao, que xa o pagarás'». Esa confianza no la había visto nunca.

En general, se declara una privilegiada, con los vecinos, con los compañeros. «Sempre fun feliz indo a traballar e no traballo. Os compañeiros sempre foron máis que iso, foron amigos. Cando chegamos, todos eramos novos, e fixémonos como algo da familia». Los primeros años de trabajo no eran como los de hoy. Las oficinas agracias funcionaban casi como dinamizadores sociales, además de formadores en agricultura, con muchos cursos de todo tipo, jornadas maratonianas. La primera cabalgata viviente en Bergantiños, recuerda, la organizó ella en Rus en 1975. Gestionaban ayudas para para obras comunitarias (campos de fiesta, fuentes, apertura de caminos...). Eran años de transformación, de construcción de establos, de praderas artificiales. La incorporación a la UE multiplicó el papeleo y el trabajo. Algún agricultor le llegó a decir que su oficina parecía una sucursal de los trabajadores del campo. Otros le llegaban con cartas recibidas de la Xunta que no habían abierto.

Los tiempos ahora son otros. «O campo en Bergantiños cambiou totalmente. Agora, o que priman son as sociedades, agruparse. A xente quere calidade de vida. Para un mozo é impensable que se incorpore ao campo como os facían os seus pais ou avós, traballando as 24 horas. Aínda que non haxa tanta ganancia, queren ter tempo libre, así que fan turnos e dese xeito poden ter algún tempo de vacacións», explica. Nacen SAT, cooperativas, sociedades civiles. También tienen su riesgo, pero María asume que de vez en cuando hay que asumirlos.

La crisis también se nota: «Si, nos tempos de crise hai máis xente nova que opta polo campo». Para ellos hay líneas de ayudas, créditos. No regresan como antes, porque la especialización triunfa y sae abren otras vías de negocio, desde la agricultura ecológica al porco celta o la venta por Internet. «A xente nova está moito máis preparada».

María Manso también define como «risco» el haber entrado en política. Fue hace cuatro años y medio, por las filas del PSOE de Carballo, de número tres. Salió elegida y se ocupó del área de formación y empleo. Cree que fué una buena experiencia, pero lamenta no tener más tiempo para dedicarle todo el preciso. «Se cadra, se chegara antes á política...», concluye.

En la Lagoa de Antela cuando aún tenía agua.
María nació al lado de la famosa Lagoa de Antela. Célebre por su importancia y ahora por su recuerdo, tras haberla desecado. Antes de que eso ocurriese, navegó por ella en lanchas, recogió huevos de pato, comió ancas de rana, y escuchaba cantar a lo lejos a los batracios, por las noches. Vivió allí hasta los diez años, después se marchó a estudiar a Ourense, pero el vínculo no lo ha perdido. Viaja a su tierra natal cada quince días, donde viven sus padres (María es hija única). Los viajes de ahora no tienen nada que ver con los de entonces, cuando podría durar cinco horas. Hoy, ni dos. En su tierra ourensana practica la bicicleta, como hacía de pequeña. Todo es llano, y se hace más cómodo. Aunque a ella siempre le gustó la gimnasia, y aún recuerda su matrícula de honor en el instituto. Se declara muy carballesa, pero también de A Limia: en su despacho hay fotos de Baldaio y de Sandiás, de un castaño de Manzaneda y de un pañuelo de la Festa do Boi de Allariz.
S. Garrido(LVG).



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2 comentarios:

Anónimo dixo...

FELICIDADES

EU dixo...

felicidades por esa vida entera

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