foto: Basilio Bello
El grupo conservero invierte 23 millones en la renovación integral de sus instalaciones en la capital de Bergantiños. Se trata de un primer paso que tendrá su continuidad en las plantas repartidas en El Salvador y Brasil
Toni Longueira
Carballo / La Voz No se trata solo de una mera renovación tecnológica o de automatización y digitalización de procesos. También es la formación y el compromiso del personal, que aprende a trabajar de una nueva forma, bajo parámetros de mejora continua (lean manufacturing).
Si el año pasado año fue el de la ampliación de la planta y el de la dotación de nuevos equipos y tecnología puntera, el 2019 será el de «alcanzar los máximos niveles de eficiencia, rapidez y flexibilidad».
Pero además de tecnología y economía, en el Grupo Calvo apuestan claramente por el medio ambiente. A través del denominado Proyecto Calvo Residuo Cero, la iniciativa iniciada en el 2017 tiene como principal objetivo conseguir la valorización y, en su caso, el reciclado del total de los residuos en el horizonte del 2025. En la compañía se encuentran en la actualidad al 95 % de lo que denominan el ciclo completo: depuración, producción, biogás y generación de energía eléctrica a través de los residuos generados en los diferentes procesos.
Una compañía que comercializa mas de mil referencias
El Grupo Calvo es toda una referencia mundial en el ámbito de la conserva. Hace 79 años Luis Calvo Sanz ponía en marcha su fábrica de conservas de pescado, con la que logró triunfar tras heredar una tienda de coloniales en Carballo. Hoy son más de mil las referencias que se comercializan en las diferentes factorías repartidas por todo el mundo. «La innovación es una de las máximas que rigen nuestro modelo de negocio; está presente en todas las áreas de la compañía y a todos los niveles. Entendemos la innovación como una herramienta para conseguir superar las expectativas de nuestros clientes ofreciendo nuevas soluciones», apunta Luciano Calvo Pumpido.En este sentido, argumenta que «el atún es el producto estrella y en el que se invierte gran parte del I+D+i». Eso sí, «hace tiempo que Grupo Calvo ha dejado de ser solo especialista en atún». Y añade: «En Brasil, por ejemplo, lo que más vendemos es sardina. Hoy comercializamos más de 1.000 referencias distintas. Incluso hemos ido más allá de los productos del mar, introduciendo además de las ensaladas, salsas, patés, vegetales y otras especialidades hasta conseguir una amplia gama de productos, adaptada a cada uno de los países en los que estamos presentes. En cuanto a trabajar en el desarrollo de nuevos mercados, actualmente estamos satisfechos con nuestra presencia global, comercializamos en más de 70 países», concluye Luciano Calvo.
fuente: La Voz de Galicia
«La satisfacción del consumidor es nuestra verdadera razón de ser»
Luciano Calvo Pumpido es presidente del grupo conservero Calvo.
-Queremos crecer de manera responsable y sostenible, de forma que garanticemos nuestra actividad en el tiempo y, sobre todo, la satisfacción del consumidor, nuestra verdadera razón de ser. Esto supone apostar por la innovación y la calidad como palanca de crecimiento, por la excelencia operacional y por la gestión responsable del negocio que, a su vez, pasa por el compromiso con las personas y sus derechos, nuestros proveedores y la sostenibilidad de las comunidades en las que estamos presentes y la de los recursos pesqueros.
-¿En qué momento se encuentra el sector de la conserva?
-Estamos operando en uno de los sectores más competitivos y dinámicos, sujeto a muchas consideraciones de alcance global, sobre todo en el atún. En el caso de Galicia, hablamos, además, de un sector estratégico, especialmente por el arraigo de las empresas y por su capacidad industrial.
-¿Cómo ve el futuro de la conserva?
-Nos encontramos en un importante momento de inflexión. La elaboración no ha cambiado mucho, pero las nuevas tecnologías están haciendo posible un modo de producción mucho más eficiente y flexible. La conserva debe ir encaminada a dar respuesta a las nuevas demandas de los clientes, que son muchas y muy variadas. El perfil de consumidor no es único, es variado y hay que adaptarse a las necesidades individuales.
fuente: La Voz de Galicia
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