Unos premios con mucha historia y trabajo
detrás
M. P. VALLE
11/06/2013 07:00 H
11/06/2013 07:00 H
Quizás suene a tópico, pero es la mejor forma de definir los premios
Galego, Bergantiñán y Carballés do Ano: emotivos. Tanto, que raro es el año que
a los galardonados o al público no se les escapa alguna lagrimilla. Este año
incluso se le quebró la voz al presidente de honor del Padroado Fogar de
Bergantiños, José Luis Calvo Pumpido, que pasó el relevo tras trece años al pie
del cañón a Fina Rey Baldomir. «Sé que ella lo va a hacer muy bien porque
siempre lo ha hecho bien», aseguró antes de que comenzase la entrega de los
premios. Galardones, como insistió Fina, «moi merecidos», porque,
añadió, «son o reflexo do
sentir popular».
Los premios son fruto de la intensa labor que durante todo el año realizan
los miembros de la junta directiva del Padroado, compuesta por trabajadores
incansables unidos casi desde niños al tejido asociativo de Carballo y de
Bergantiños. Fina Rey encabeza un equipazo en el que también está Xosé María
Arán Rodríguez, vicepresidente de la entidad y miembro de numerosas
asociaciones. Con currículo larguísimo en este sentido: Carballés do Ano 1992,
director del Centro Social San Xoán Bautista, director de la revista Vieiro y
vocal de la entidad, miembro del Consello Rector del Padroado Deportivo
Municipal y del Consello Escolar Municipal... Desde joven, además, formó parte
del Fogar da Xuventude, que presidió en su día el abogado Pedro Luis Fernández
Pombo, gaiteiro de vocación y actual secretario del Padroado. El exconcejal,
gran amante de la música, preside el coro Aires de Bergantiños.
Del Fogar da Xuventude, que durante varios años se encargó de la
organización de los premios, formaron parte también la vicesecretaria del
Padroado, María José Andrade Suárez, doctora por la Universidade de A Coruña y
experta en turismo rural, y el tesorero, José Luis Vila Bermúdez, ligado a la
organización de los premios casi desde sus orígenes. Igual que la presidenta
del Padroado, Fina Rey Baldomir, directora durante muchos años del colegio
Bergantiños, vicepresidenta de la asociación Vieiro, colaboradora incansable de
la parroquia de San Xoán Bautista y Carballesa do Ano 2008.
De la junta directiva del Padroado forman parte también, como vocales, José
Manuel Ponte Balboa y el incansable técnico de Cultura del Concello de
Ponteceso, Francisco Javier Couto Castro. La mayoría de ellos estuvieron
siempre muy ligados al Fogar da Xuventude, galardonado en la primera edición de
los premios y organizador del acto entre los años 1987 y 2000.
Los seis miembros de la junta directiva del Padroado se encargan de que todo
salga a la perfección durante el acto de entrega, pero nada tienen que ver con
la elección de los homenajeados. «O proceso de selección é bastante complexo, o consello asesor é o que
propón aos candidatos e as asociacións de Bergantiños a que vota para elixir
aos gañadores», explica Arán, quien recuerda que
una de las cláusulas del Padroado establece que «nunca poderán ser propostos políticos».
El proceso de selección es bastante diferente al que había en 1978, cuando
se pusieron en marcha los premios por iniciativa de la revista Mensaxe
de Bergantiños, de la que ya formaba parte Fina Rey. Entonces también había
premio nacional e internacional y eran los lectores de la revista los que
proponían a los candidatos y el jurado, compuesto por José García Gondar, José
Antonio García Vázquez, Jesús Herranz Rodríguez, Xesús Antelo Quintáns, José
Antonio Vence García y Avelino Abuín de Tembra eligieron a los ganadores, entre
los que estuvo, por cierto, el único político hasta la fecha, Adolfo Suárez
González, elegido Español do Ano por su importante labor en la
Transición. «Foi a excepción», ríe Arán.
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