CARBALLO / LA VOZ
01 feb 2022 .
Está entre los quince primeros de las compañías con sede en
Galicia. Malpica y Muxía ocupan los puestos de cola
El municipio de Cerceda es, con diferencia, el que tiene más
empleados por empresa de la comarca, 4,28, y está justo en el borde de los
quince que más tienen de Galicia. Arteixo, por ejemplo, está en los 6,54. Los
datos acaban de ser publicados por el Instituto Galego de Estadística (IGE), en
su serie anual de indicadores de demografía empresarial (tamaño medio de
empresa por concellos por sus asalariados y autónomos), que abordan más
aspectos municipales, como porcentajes de crecimiento y mortalidad (así lo
denominan) de las empresas gallegas. Eso sí: solo se analizan las que tienen su
sede en Galicia (las más valiosas de la Costa da Morte son estas), con lo que
en estos datos quedan fuera las filiales, por importantes que sean, de las
compañías que tributan en Madrid o en otra parte. Y, en cuanto a los concellos,
también han de estar de alta en ellos para que los números computen. Ocurre con
grandes empresas que tienen sede en las grandes ciudades y filiales o
delegaciones en otros.
El dato más relevante en esta radiografía es que también se
tienen en cuenta los autónomos para ver el número de empleados. Por eso los
datos son tan bajos, sin pasar apenas de dos trabajadores por concello. El
hecho de que Cerceda tenga más de cuatro es un salto insólito en Galicia, y eso
que según el INE este municipio tiene 488 compañías registradas. Pero da una
idea del poderío empresarial de cada lugar para lograr esa media, muy
complicada de lograr. Eso se consigue, por ejemplo, con firmas como Sogama, con
380 empleados en Cerceda, más otros 200 en otros puntos, y unos 500 indirectos,
con lo que en total pasan de mil. O como Malasa, que tiene unos 685 en
plantilla, más otros 200 en subcontratas. Son las dos empresas más relevantes,
ahora que Meirama ha dejado de ser lo que era.
La otra cara de la moneda está en municipios como Malpica o
Muxía, con poco más de un 1,5 empleados de media por empresa, con Corcubión o
Coristanco a escasa distancia. Por encima del dos, Carballo (el más destacado),
A Laracha, Ponteceso y Vimianzo. Como resulta evidente, los municipios con
polígonos ya consolidados se imponen en el empleo.
Juan Manuel Rodríguez, alcalde de Cerceda Ana Garcia |
El alcalde: «As estatísticas reflicten un arduo traballo»
El alcalde de Cerceda, Juan Manuel Rodríguez, señala que la
situación del municipio es el fruto de un trabajo que acumula muchas acciones y
en mucho tiempo: «As estatísticas de emprego en Cerceda sempre reflicten o
arduo traballo en favor da prosperidade que se leva facendo durante moitos
anos. Non sería posible, iso si, sen toda a inversión privada que se veu dando,
orientada á produtividade». El regidor añade: «Nun futuro relativamente próximo
tocará aproveitar as oportunidades de cara á habilitación de máis solo
industrial, para o cal xa contamos no territorio con 430.000 metros cadrados
recalificados de cara unha ampliación e con outro espazo incluído no plan
sectorial de ordenación de áreas empresarias de Galicia: 580.000 metros
cadrados na zona onde está ubicada a central térmica, actualmente en proceso de
desmantelamento, pero con potencial de aproveitamento das infraestruturas
existentes». Hay además retos pendientes y proyectos importantes que ya se verá
cómo acaban, ligados a las energías renovables.
«Calvo deu e dá moita vida económica»
Xosé María Arán reúne dos aspectos importantes que le
permiten conocer la realidad laboral de una gran empresa. El primero, lleva 33
años en Calvo, de las más importantes y con más trabajadores de la zona y de la
provincia. Y otra, que durante unos veinte años formó parte del comité de
empresa, casi siempre como secretario, así que ha tenido que bucear en el
intrincado mundo de las relaciones laborales de las grandes corporaciones.
Xosé María Arán ANA GARCIA |
Justamente por eso valora el gran papel que Calvo tiene en
la actualidad y en el pasado: «Historicamente, Calvo sempre tivo centos de
empregados. A conserva sempre xerou man de obra, sobre todo na limpeza do
pescado e nos empaques. E iso, para Carballo e resto de comarca, especialmente
Coristanco, foi fundamental. Calvo deu e dá moita vida económica e social,
sobre todo hai moitos anos, cando xa traballaban o home e a muller, e todo o
que iso significou para a economía doméstica». Ese papel de gran empleador lo
sigue jugando, y más ahora que se concentra en Carballo todo el ciclo, y no
solo con los empleados, sino también de manera indirecta, desde el transporte a
las obras o las subcontratas. ¿Pasa eso en más lugares? Pasa, pero menos.
Cerceda es un buen ejemplo, con varias compañías importantes, pero tampoco
tantas. «Aquí pouco se ve. Vas, por exemplo, ao polígono e tes empresas
importantes, pero tampouco tantas con moitos empregados. Hai boas excepcións,
pero o normal é que teñan catro, cinco... Ata algunhas moi coñecidas e que
facturan moitísimo teñen menos traballadores dos que se pode pensar», explica.
En su ya larga experiencia laboral, ve que domina la empresa
familiar, pequeña, que no alcanzan el rango de medianas. «A típica empresa de
sempre, aquí, non chegou a dar o gran salto. E tamén ocorre iso porque hai
moitas de servizos, máis que industriais en cantidade», señala, algo que no
ocurre de manera tan marcada en otras comarcas gallegas.
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