Se muestran tranquilos pero advierten de que las conservas Río Mare, de Bolton, tienen al grupo español entre sus principales oponentes.
MADRID- C.D.P.
Hace justo una semana que se conoció la noticia de que la atunera gallega Calvo incorporaba un socio industrial en un 40% de su capital después de la salida de las cajas de la empresa. Novagalicia, Banca Cívica y el Fondo de Garantía de Depósitos --que tenía en su poder la participación de la invervenica Caja Castilla-La Mancha-- vendieron sus acciones al grupo italiano Bolton, que además también se hizo con otro paquete de la propia familia Calvo. En total, los italianos tienen el 40% de la atunera. Los trabajadores piden ahora que se definan “las estrategias a seguir por Calvo y por Bolton” teniendo en cuenta que ambas son competidoras objetivas en Italia.
Los trabajadores están tranquilos. Prefieren que sea la conservera italiana la que entre en el capital a los otros novios que tenía la empresa. Desconfiaban, por ejemplo, que la empresa coreana que pretendía a Calvo, fuese a mantener la producción en las plantas gallegas. Sin embargo, no están del todo convencidos de que en un futuro Bolton no se vaya a hacer con el 100% del grupo.
En Italia, Bolton es el primer vendedor de conservas de atún, en rivalidad con Calvo, que tiene una gran expansión en este mercado. El comité de empresa quiere saber cómo se trabajará con respecto a esta situación. “Una no puede ir en contra de la otra. Nosotros no veríamos mal que un día nos dijesen que tenemos que comenzar a fabricar conservas para Río Mare – la marca de Bolton--, si la producción se mantuviese no nos importaría que hasta en un futuro se quedase con el 100%”, argumenta Xosé María Arán, representante de los trabajadores.
No obstante, recuerdan que “si a Bolton no le interesa fabricar aquí sus productos, el centro de actuación de Carballo podría correr peligro”.
Buena relación con la empresa
A pesar de las dudas que suscitan los últimos movimientos en la empresa, los trabajadores muestran su apego a la familia Calvo, que aún hoy conserva la mayoría de la empresa. “Las relaciones con la familia siempre fueron buenas. Aquí nunca ha habido una huelga y en muchas ocasiones los representantes de los trabajadores hemos puenteado otras autoridades y hablado directamente con ellos de nuestras inquietudes laborales”, afirman los empleados.
A pesar de todo, queda el resquemor de que los hermanos Calvo decidan un día abandonar la empresa. “Ya van por la tercera generación, y también está claro que si Bolton adquirió el 40% es porque en un futuro querrá más”, reflexiona Xosé María Arán.
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