La compañía ha doblado su tamaño durante la crisis
Mané Calvo, consejero delegado del grupo Calvo. (Pablo Monge).
Es una empresa española, pero su país de origen cada año tiene menos peso en su balance. Y así parece que seguirá. El grupo Calvo ha duplicado gracias a su negocio en el extranjero su facturación durante la crisis, pasando de los 377 millones en 2007 a los 765 millones de 2014, último ejercicio con datos.
Tras este fulgurante crecimiento durante los últimos ocho años, la compañía quiere ahora cimentar sus posiciones para mantener sus buenos datos. Mané Calvo, consejero delegado de la compañía, explica que se va a enfocar “en los mercados en los que estamos y seguir creciendo en ellos”.
Este crecimiento en el exterior va en detrimento del peso de España en el balance de la compañía, ya que ha visto frenado su crecimiento por la crisis de consumo que no ha afectado a sus otras divisiones. “Si el negocio fuera únicamente español nos hubiera ido peor, no hubiéramos crecido, nos habríamos mantenido”, argumenta. El país de origen de Calvo pierde año tras año peso en el balance del grupo. En 2015 este porcentaje se ha quedado en el 17%. “El peso internacional tiene que seguir crecimiento, pero no nos hemos puesto ningún objetivo concreto a alcanzar”, apunta.
Brasil es el principal país para Calvo. Supone un 49% de la empresa. El directivo señala que, pese a la deteriorada economía brasileña, confía en que siga creciendo. “En España se consumen unas 10 latas de atún al año por persona, en Brasil una, de ahí el potencial de crecimiento”, comenta Calvo. “España es un mercado muy maduro, la capacidad de ascenso en el exterior es mucho mayor.
Calvo está actualmente en 75 países. Además de Brasil destaca Italia, que supone el 21% de la facturación, Centroamérica con el 7% y Argentina con el 4%. Por ahora, “descarta” entrar en nuevos mercados pero afirma que la compañía estudia “10 o 12 países” en los que ya vende y que sería posible abrir una oficina para “desarrollar y aumentar la fuerza de marketing y de ventas”.
Por ahora tampoco se contempla que se busquen nuevos centros productivos. Cuenta en la actualidad con cuatro factorías desde las que distribuye al resto del mundo. “Mientras no abramos nuevos mercados seguiremos así, lo que sí haremos será ampliar alguna de ellas”, asegura. En ello centrará Calvo su estrategia durante los próximos tres años.
A partir de ese periodo, el consejero delegado de la conservera afirma que “sí ve a la compañía haciendo adquisiciones”. Sin embargo, descarta que estas sean en Asia. “Aunque invertimos en China bastante, vemos el mercado asiático más lejano. El oriental tiene unos hábitos de consumo bastante desoccidentalizados. Toman el pescado mucho mas fresco sin habito por la conserva”, explica.
El grupo todavía no ha presentado las cuentas del pasado año, algo que suele llegar por mayo, sin embargo, el consejero delegado de la compañía asegura que en el año de su 75 aniversario han logrado cerrar un año “parecido al anterior”. El directivo señala que “en líneas generales hemos facturado más en euros y hemos vendido más toneladas que el año anterior”. Sin embargo, reconoce que se ha visto afectado por cuestiones como la bajada de los precios así como la desvalorización del real brasileño. “Hemos llegado a este momento con buena salud”, a lo que añade que “la trayectoria nos ha llevado a no ser dependientes de un producto en exclusiva”.
El consejero delegado del grupo señala que “el gran problema de las marcas es el gran porcentaje de marcas de la distribución, especialmente en las conservas de pescado”. Aunque dice no sentirse “maltratado” por los supermercados, señala que es “bueno para todos” que la marca blanca haya “frenado su crecimiento” ya que “las marcas de fabricante aportan más”. “Si las arrinconas demasiado el valor añadido se pierde y no es buena noticia para los supermercados tampoco”.
Calvo es, a su vez, presidente de la patronal de la alimentación, FIAB. Como tal, el directivo considera que el sector está “cambiando el chip” en cuanto a la internacionalización de las empresas, “apostando por la calidad y el valor añadido”. Argumenta que la industria española tiene “todo para seguir creciendo en el futuro”.
Cinco Días
Tras este fulgurante crecimiento durante los últimos ocho años, la compañía quiere ahora cimentar sus posiciones para mantener sus buenos datos. Mané Calvo, consejero delegado de la compañía, explica que se va a enfocar “en los mercados en los que estamos y seguir creciendo en ellos”.
Este crecimiento en el exterior va en detrimento del peso de España en el balance de la compañía, ya que ha visto frenado su crecimiento por la crisis de consumo que no ha afectado a sus otras divisiones. “Si el negocio fuera únicamente español nos hubiera ido peor, no hubiéramos crecido, nos habríamos mantenido”, argumenta. El país de origen de Calvo pierde año tras año peso en el balance del grupo. En 2015 este porcentaje se ha quedado en el 17%. “El peso internacional tiene que seguir crecimiento, pero no nos hemos puesto ningún objetivo concreto a alcanzar”, apunta.
Calvo está actualmente en 75 países. Además de Brasil destaca Italia, que supone el 21% de la facturación, Centroamérica con el 7% y Argentina con el 4%. Por ahora, “descarta” entrar en nuevos mercados pero afirma que la compañía estudia “10 o 12 países” en los que ya vende y que sería posible abrir una oficina para “desarrollar y aumentar la fuerza de marketing y de ventas”.
Por ahora tampoco se contempla que se busquen nuevos centros productivos. Cuenta en la actualidad con cuatro factorías desde las que distribuye al resto del mundo. “Mientras no abramos nuevos mercados seguiremos así, lo que sí haremos será ampliar alguna de ellas”, asegura. En ello centrará Calvo su estrategia durante los próximos tres años.
A partir de ese periodo, el consejero delegado de la conservera afirma que “sí ve a la compañía haciendo adquisiciones”. Sin embargo, descarta que estas sean en Asia. “Aunque invertimos en China bastante, vemos el mercado asiático más lejano. El oriental tiene unos hábitos de consumo bastante desoccidentalizados. Toman el pescado mucho mas fresco sin habito por la conserva”, explica.
Entrada en nuevos negocios
El Grupo Calvo ha comenzado a diversificar su cartera de productos fuera de España. Bajo las marcas de la compañía también se venden salsas o vegetales. “Allí somos una enseña nueva y por tanto se reciben bien estos productos”, apunta. Sin embargo, reconoce que no se contempla llevar estas innovaciones a España. “Aquí tenemos mucha historia y se nos liga de manera muy fuerte con el atún”.El grupo todavía no ha presentado las cuentas del pasado año, algo que suele llegar por mayo, sin embargo, el consejero delegado de la compañía asegura que en el año de su 75 aniversario han logrado cerrar un año “parecido al anterior”. El directivo señala que “en líneas generales hemos facturado más en euros y hemos vendido más toneladas que el año anterior”. Sin embargo, reconoce que se ha visto afectado por cuestiones como la bajada de los precios así como la desvalorización del real brasileño. “Hemos llegado a este momento con buena salud”, a lo que añade que “la trayectoria nos ha llevado a no ser dependientes de un producto en exclusiva”.
“Poco a poco se está saliendo de la crisis”
Mané Calvo señala que aunque España pierda peso, la compañía no deja de apostar por el mercado en el que nació. “Este ultimo año hemos ganado en cuota de mercado, ha ido muy bien y hemos vendido más toneladas”, apunta. “Poco a poco se está saliendo de la crisis”, defiende. Sin embargo, el directivo se muestra cauto. “Ahora está habiendo una subida lenta, débil, pero clara. Sin embargo, no debemos lanzar campanas al vuelo ni pensar que está todo resuelto”.El consejero delegado del grupo señala que “el gran problema de las marcas es el gran porcentaje de marcas de la distribución, especialmente en las conservas de pescado”. Aunque dice no sentirse “maltratado” por los supermercados, señala que es “bueno para todos” que la marca blanca haya “frenado su crecimiento” ya que “las marcas de fabricante aportan más”. “Si las arrinconas demasiado el valor añadido se pierde y no es buena noticia para los supermercados tampoco”.
Calvo es, a su vez, presidente de la patronal de la alimentación, FIAB. Como tal, el directivo considera que el sector está “cambiando el chip” en cuanto a la internacionalización de las empresas, “apostando por la calidad y el valor añadido”. Argumenta que la industria española tiene “todo para seguir creciendo en el futuro”.
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