Terra Galega fue el único grupo que se abstuvo, lo que le generó sonoros reproches de la gestora
S. G. Rial
carballo / la voz
La corporación de Carballo expresó ayer su deseo de que el Casino, creado en 1889, siga adelante y no desaparezca, y que además pueda continuar en su actual sede, en la que lleva de manera ininterrumpida desde febrero de 1925.
Esta declaración fue solicitada por la gestora, y mejorada en su redacción por la alcaldía (aunque otros grupos pudieron haberse sumado si quisieran, dijo el alcalde). Catorce miembros de la dirección y socios del Casino acudieron anoche como público para asistir al debate, y no les gustó lo que vieron: sí el apoyo literal y sin fisuras del BNG, PP y PSOE, pero no la abstención de Terra Galega.
Antes de llegar a la votación, cada grupo expresó su posiciones. María Carmen Vila, del PSOE, dijo que está «totalmente de acordo coa declaración institucional». Destacó «ese sentimento histórico, ideolóxico...», que obliga a realizar el «máximo esforzo para que se conserve da mesma maneira».
Estefanía Canosa, de Terra Galega, señaló: «Parécenos que non vai servir de nada. Fermosas
palabras, pero nada realista. É unha propiedade privada, non se pode obrigar aos donos a seguir usándose como Casino. O que debería facer o Concello é axudar a inventariar a documentación que ten, sobre a historia de Carballo, os seus diferentes bens.... Aí o Concello si que pode facer algo. A declaración non vai servir para nada». La intervención fue aplaudida (pero no por aprobación) por los socios presentes.
Miguel Ferreiro, del PP, dijo: «Suscribimos integramente a declaración institucional. Estamos de acordo con que a Sociedade Cultural e Recreativa Bergantiños é historia viva de Carballo, e sería unha auténtica mágoa que desaparecese». Manifestó su desacuerdo con Terra Galega: «As batallas hai que dalas, non perdelas. Apoiamos que se siga defendendo a actividade onde está».
Xosé Regueira, del BNG, comentó: «A declaración institucional é a máis solemne que pode haber nun pleno. Cando se fai, sobran as palabras. Subscribo absolutamente o texto».
El alcalde, Evencio Ferrero, señaló el proceso de gestación de esa declaración de apoyo, y recalcó que la intención y la aprobación se hace «con toda solemnidade. Os que aquí nacemos, vivimos, residimos, sabemos que o Casino forma parte da nosa historia, e sentímonos partícipes». Añadió: «Lamento que a declaración vaia sesgada con esas declaracións», en referencia a la actitud de Terra Galega, que «en nada contribúe ao necesario apoio».
Canosa matizó que está «de acordo coas palabras», pero considera que no se podrá materializar lo que se pide: la continuidad. La aprobación por los 18 votos a favor, al margen de las tres abstenciones, fue refrendada con otro aplauso, aunque este de felicitación, por los representantes del Casino.
Eran las 20.45, y la mayor parte de los asistentes esperaron hasta casi las 22.30, cuando terminó la sesión. En un momento determinado, el concejal Andrés Eirís, de Terra Galega, y Xosé María Arán, se enzarzaron en una discusión verbal al respecto de la posición que habían adoptado los centristas, hecho que reprochó vehementemente Arán, al no entender cómo no habían dado su apoyo a algo que forma parte de la historia de Carballo, como sí lo hicieron los demás representantes. El debate dialéctico, tenso por momento, duró entre unas cosas y otras unos cinco minutos, cuando ya todos se estaban marchando, o asistían a ese acalorado cambio de impresiones.
La Voz de Galicia
Esta declaración fue solicitada por la gestora, y mejorada en su redacción por la alcaldía (aunque otros grupos pudieron haberse sumado si quisieran, dijo el alcalde). Catorce miembros de la dirección y socios del Casino acudieron anoche como público para asistir al debate, y no les gustó lo que vieron: sí el apoyo literal y sin fisuras del BNG, PP y PSOE, pero no la abstención de Terra Galega.
Antes de llegar a la votación, cada grupo expresó su posiciones. María Carmen Vila, del PSOE, dijo que está «totalmente de acordo coa declaración institucional». Destacó «ese sentimento histórico, ideolóxico...», que obliga a realizar el «máximo esforzo para que se conserve da mesma maneira».
Estefanía Canosa, de Terra Galega, señaló: «Parécenos que non vai servir de nada. Fermosas
palabras, pero nada realista. É unha propiedade privada, non se pode obrigar aos donos a seguir usándose como Casino. O que debería facer o Concello é axudar a inventariar a documentación que ten, sobre a historia de Carballo, os seus diferentes bens.... Aí o Concello si que pode facer algo. A declaración non vai servir para nada». La intervención fue aplaudida (pero no por aprobación) por los socios presentes.
Miguel Ferreiro, del PP, dijo: «Suscribimos integramente a declaración institucional. Estamos de acordo con que a Sociedade Cultural e Recreativa Bergantiños é historia viva de Carballo, e sería unha auténtica mágoa que desaparecese». Manifestó su desacuerdo con Terra Galega: «As batallas hai que dalas, non perdelas. Apoiamos que se siga defendendo a actividade onde está».
Xosé Regueira, del BNG, comentó: «A declaración institucional é a máis solemne que pode haber nun pleno. Cando se fai, sobran as palabras. Subscribo absolutamente o texto».
El alcalde, Evencio Ferrero, señaló el proceso de gestación de esa declaración de apoyo, y recalcó que la intención y la aprobación se hace «con toda solemnidade. Os que aquí nacemos, vivimos, residimos, sabemos que o Casino forma parte da nosa historia, e sentímonos partícipes». Añadió: «Lamento que a declaración vaia sesgada con esas declaracións», en referencia a la actitud de Terra Galega, que «en nada contribúe ao necesario apoio».
Canosa matizó que está «de acordo coas palabras», pero considera que no se podrá materializar lo que se pide: la continuidad. La aprobación por los 18 votos a favor, al margen de las tres abstenciones, fue refrendada con otro aplauso, aunque este de felicitación, por los representantes del Casino.
Eran las 20.45, y la mayor parte de los asistentes esperaron hasta casi las 22.30, cuando terminó la sesión. En un momento determinado, el concejal Andrés Eirís, de Terra Galega, y Xosé María Arán, se enzarzaron en una discusión verbal al respecto de la posición que habían adoptado los centristas, hecho que reprochó vehementemente Arán, al no entender cómo no habían dado su apoyo a algo que forma parte de la historia de Carballo, como sí lo hicieron los demás representantes. El debate dialéctico, tenso por momento, duró entre unas cosas y otras unos cinco minutos, cuando ya todos se estaban marchando, o asistían a ese acalorado cambio de impresiones.
La Voz de Galicia
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