La Voz de Galicia
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Patricia Blanco
CARBALLO / LA VOZ
07/02/2017 05:00
Varios portavoces aluden a que el inmueble es la esencia de la histórica institución.
Asociaciones culturales y sociales de Carballo claman por la
supervivencia de la Sociedad Cultural Recreativa Bergantiños, el Casino de
Carballo. Alberto Sueiro, presidente de Telón e Aparte, acudió de hecho a la
reunión de este pasado viernes para tratar sobre los pasos a seguir. Así,
ofreció su apoyo al actual presidente de la comisión gestora, Ricardo Vilas.
Sueiro considera que la prioridad ha de ser salvar la institución, por lo que
representa para la historia de Carballo, y, en segundo término, el edificio: «As
institucións sen edificio poden sobrevivir, pero os edificios sen institucións,
non». Él es optimista. Así, cree que los carballeses han de demostrar que se ha
aprendido de los errores del pasado y no sumar otro motivo más a la lista de
lamentaciones existente: «Temos que facer carballesía de verdade e conservar
unha institución de máis de 90 anos que recolle o que somos».
También Rosalía Fernández Rial, presidenta de Lumieira,
apela a ese movimiento unido. Dice que, a nivel personal, cree en las instituciones
y en los procesos colectivos: «Pode que haxa que reciclarse, pero hai que
seguir crendo no colectivo, sexa novo ou sexa o mesmo». Aunque reconoce cierta
«pena», prefiere no valorar el asunto desde una perspectiva pesimista o
melancólica. Apunta que el ser humano es a veces un poco difícil de coordinar
colectivamente, e incide en que se debería ser consciente de la referencia que
el Casino ha sido para Carballo y para la propia entidad Lumieira, que celebró
allí desde actividades a reuniones. Por ello, desea que esa coordinación
colectiva salga adelante con el mejor resultado posible. Alude asimismo al
propio edificio como «un símbolo para o Carballo contemporáneo».
Xan Fernández, al frente del Instituto de Estudos
Bergantiñáns, manifiesta «pena» por la situación que atraviesa «unha entidade
con tanta historia». Él hace hincapié, no obstante, en el edificio: «Aínda que
non teña un grande valor arquitectónico, si o ten histórico e sentimental. Para
nós, como asociación, é unha grande perda. Todos os actos, no núcleo de
Carballo, sempre os fixemos aí. É un local de referencia, acolledor,
céntrico...». De hecho, considera lo más identificativo de la sociedad es el
espacio y cree que un traslado acabaría por mermarla, a mayores de la pérdida
de un edificio histórico. Ve la cosa «algo complicada» y cree que en su momento
se pudo haber hecho más por parte de directiva y socios.
Un local emblemático
También Xosé María Arán, desde el Padroado Fogar de
Bergantiños, incide en la importancia del local. Para él es la esencia del
Casino. Tiene una idea clara: es el Concello el que ha de intervenir para
salvarlo e incorporarlo al «uso municipal». Apunta que, de hecho, cree que ya
se tendría que haber sido más previsores y tomar algún tipo de medida
protectora en el PXOM. «Non é que non haxa un movemento, senón que quen se ten
que mover é o estamento público correspondente, e dicir se si ou se non».
Apunta que no se está hablando solo de que desaparezca una entidad, que quizás
pueda decidir continuar en otro lado, sino de «un edificio emblemático» que,
para él, «merecería unha intervención», porque «é do pouco que queda en
Carballo». A ese nivel, afirma, es una intervención que no le corresponde a las
entidades en sí mismas, sino al Concello, que «por dignidade» debería
intervenir, opina, «en representación dos carballeses»
Mon Lendoiro, portavoz del colectivo Crea Formas, manifiesta
con cautela su parecer, porque cree que hay que estar dentro para conocer bien
la situación. Vería bien que se salvase la institución, porque es la primera
entidad que «empezou a facer cousas, culturalmente, eventos...», abonando la
tierra para las siguientes generaciones. No obstante, ve precisa que haya una
actualización. Sobre el edificio, no tiene dudas de que sería un muy buen
espacio para la actividad de los artistas: pintura, obradoiros... «Incluso
exposicións... Firmaba agora mesmo. Ocorre, claro, que nós somos unha entidade
sen ánimo de lucro».
Han sido muchas las charlas y conferencias, como la que iba
a dar este pasado viernes el oncólogo Alfonso Mariño. Lo hizo finalmente en el
centro parroquial, donde además deseó una solución. Cree que es un local en el
que «participamos todos» y que los problemas hay que solucionarlos, también,
«entre todos».
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