FOTO CON HISTORIA | Preparación del homenaje a Xosé Manuel Eirís |
Asociaciones de Carballo se unieron para homenajear al que fue su técnico
cultural
La foto. Solo habían pasado unos días de la
muerte de Xosé Manuel Eirís en septiembre de 1996 cuando asociaciones y medios
de comunicación fueron convocados a una reunió que se celebró en el salón de
plenos del Concello de Carballo para rendir homenaje al que había sido su
técnico cultural y responsable de la notable y variada actividad que había
entonces por parte de numerosas asociaciones. De ese encuentro salieron tres
ideas, hacer un homenaje a Eirís, crear un premio de fotografía con su nombre y
dedicarle una calle. Todo ello se cumplió.
Los protagonistas. Acudieron representantes de
la mayor parte de las asociaciones del municipio carballés y de allí salió una
comisión de trabajo a la que se incorporarían personas que no pudieron asistir
al primer encuentro como José Facal o Héctor Pose. Xosé María Arán fue desde el
principio el coordinador de unos actos en los que también estuvieron Suso
Villar, María del Carmen Freire, Carmen Rives y Esther Pallas, entre muchos
otros. De fuera acudieron al homenaje Amancio Prada, entre otros músicos, y el
ciclista Perico Delgado, con el que Eirís coincidió en el servicio
militar.
La historia. A mediados de septiembre de 1996
las asociaciones carballesas recibían la noticia, no por esperada menos
dolorosa, de la muerte de Xosé Manuel Eirís, que entonces era el técnico
cultural del Concello de Carballo y gran impulsor de numerosas iniciativas, entre
las que está el FIOT.
Inmediatamente hubo un movimiento generalizado para recordar al cantautor y
artesano de la manera que merecía. Entonces se pusieron las bases para que su
nombre no se olvidara. Hay un premio de fotografía que lleva su nombre y en el
que participan personas de toda España. También el certamen de Teatro Lido,
incluido en el FIOT y que se emite estos días por Radio Voz Bergantiños.
Centenares de escolares preparan cada año obras para representarlas.
Asimismo, una calle recuerda al que también fue responsable de la
programación cultural de la Casa da Xuventude. Todo ello partió de las propias
asociaciones. «Houbo unha resposta masiva porque era unha persoa querida»,
recuerda Xosé María Eirís, que se encargó de la coordinación del homenaje
celebrado en el salón de actos del instituto Alfredo Brañas, que fue la acción
más inmediata.
Acudieron Amancio Prada y el ciclista Perico Delgado, con el que Xosé
Manuel Eirís hizo la mili y mantuvo una buena amistad. Todo el mundo colaboró
en lo que pudo, entre ellos el concejal de Cultura de entonces, Marcelino
Collazo, aunque algunos arrimaron el hombro más que otros.
Suso Vilar, que entonces estaba en la asociación San Cristovo, recuerda
bien aquellos días, al igual que María del Carmen Freire, que estaba en la
Coral Bergantiños. Asegura que Xosé Manuel Eirís era una persona muy conocida y
apreciada.
Sin embargo, Xosé María Arán reconoce que «en Carballo era en realidade un
descoñecido como músico e como artesán». Sin embargo, por su puesto en el Concello
mantenía muy buenas relaciones con entidades de todo tipo y el pesar por su
muerte causó una gran consternación. Se notó en la organización de actividades
y ya nada fue lo mismo. Xosé María Arán, como otros muchos, echan de menos esa
época en la que nacieron muchas iniciativas que han permanecido vivas.
Sin embargo, la efervescencia cultural de aquellos años y la gran cantidad
de asociaciones la desplegaban es irrepetible.
Tras aquella primera reunión hubo muchas otras, se celebraron en la sede
del Fogar da Xuventude y participaron especialmente María Fuentes, Pedro Luis
Fernández Pombo, Héctor Pose, que entonces era animador cultural de Malpica; y
José Facal, con el que nació el Cine Club Carballo. Asimismo hubo presencia de
los medios de comunicación y de la comisión de fiestas. Voluntarismo fue la
palabra clave de esos tiempos, dijo Arán.
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