Aquella frase manida que se utilizaba para ligar de "estudias o trabajas", cayó en desuso para muchos de los chicos y chicas, porque muchos de ellos y ellas ni estudian, ni trabajan; es más, no tienen ninguna intención de hacerlo, por lo menos de momento; son lo que los sociólogos denominan, "La generación ni-ni".
El 15% de los chicos y chicas españoles entre 16 y 24 años ni-estudia y este porcentaje se encuentra en proceso de crecimiento.
Con todo, al contrario de lo que puedan pensar muchos, esta inactividad les produce a esos adolescentes un sentimiento de angustia de calado, hasta psicólogos afirman que últimamente las consultas de los chicos se deben a casos de angustia difusa; la angustia, aclaran los especialistas, se da ante situaciones de incertidumbre; para estos estudiar no sirve de mucho porque después cuesta mucho conseguir trabajar. Es que la realidad de los adultos los abruma. En definitiva, estos jóvenes tienen una constante sensación de "sin sentido".
Por su parte, los sociólogos hacen una comparación con generaciones pasadas, que si no estudiaban se ponían a trabajar; hoy, las jóvenes generaciones no hacen ninguna de las dos, por lo que su futuro no tiene buen pronóstico.
Estos son algunos de los términos que, en sentido demográfico, vienen aplicando a las últimas generaciones de jóvenes y chicas. "Generación X" se usa normalmente para referirse a los nacidos en la década de los 70, cuya adolescencia transcurrió en los años 80 y principios de los 90, tras los "baby boom".
También es conocida como la "Generación Perdida", debido a su apatía por la falta de expectativas. Tener relaciones sexuales antes del matrimonio, no respetar a sus padres o priorizar la amistad antes que la familia, son algunas de sus conductas sociales más características.
Y tras la "X" llegó la "Generación Y", los nacidos entre 1982 y 1992, en una década marcada por el inicio de la revolución tecnológica y el crecimiento económico al tiempo que se producían los últimos coletazos de la Guerra Fría. Acostumbrados a uno alto nivel de vida y dispuestos a asumir retos, esta generación protagonizó el auge de la conciencia social y la creación de familias no tradicionales, entre otros aspectos.
Ambos términos son aplicados a nivel internacional para describir a toda una generación de jóvenes y chicas nacidos en el mundo occidental y desarrollado. Con todo los "ni-ni" engloban los inactivos (qué ni trabajan ni buscan trabajo), parados sin empleo anterior, que no cursan estudios regulados ni cursan estudios no regulados (títulos no oficiales), que estos 700.000 jóvenes viven casi exclusivamente del dinero de sus padres y el número aumenta.
Por supuesto, la culpa del crecimiento la tiene la sociedad en la que vivimos hasta hace poco, además de círculos familiares que les permitieron todo sin exigirles ni educarles que las cosas no funcionan así.
No olvidemos que las personas jóvenes deben ver en sus casas unos valores a seguir que, en muchos casos, son inexistentes porque sus padres bastante tienen con trabajar y llevar dinero a casa.
A las jóvenes generaciones se les debe dedicar tiempo y acostumbrarles a conseguir las cosas con esfuerzo y no darles todo porque sí.
Como decía anteriormente, los sociólogos hacen una comparación con generaciones pasadas, que si no estudiaban se ponían a trabajar; hoy, las jóvenes generaciones no hacen ninguna de las dos, por lo que su futuro no tiene bueno pronóstico, ya que la crisi económica, la cual causa que el ámbito familiar de estos chicos vea afectado su nivel de vida, llegando a niveles de precariedad e infraempleo acentúa más el problema. Por lo general, la generación "ni-ni" se da en clases medias a bajas; y si ellos no reciben una ayuda de la sociedad, su vida será un barco a la deriva, lo cual "cualquier" puerto les quedará bien.
Bibliografía: Manuel Llamas,Juan Martínez de Salinas, "Wikipedia", Daniela Ceccato
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